Nos levantamos pronto para hacer las maletas, porque claro todo para el último día es mucho mejor. Salimos con destino a Madrid a la hora prevista y sin ningún tipo de contratiempos. Una vez allí estuvimos esperando unas 4 horas para el siguiente avión que nos llevaría a New York ya por fin.
Y mientras esperamos pues nada aprovechar y cargar el móvil...
Muy puntual también subimos al avión con destino Nueva York y aquí empezarán nuestras anécdotas dentro del avión...
Lo primero que nos damos cuenta nada más sentarnos es que el avión no tiene pantallitas individuales!!! (horror!) y ahora qué??? bueno no pasa nada porque llevábamos el portátil y podriamos ver alguna peli...
Intentamos probar los auriculares y claro tampoco funcionaban... nos ofrecían unos baratos por 3€ y después podríamos llevárnoslo, qué amables (modo sarcástico ON)
Miguel Angel tampoco disponía de reposa pies... alguna cosa más.... ufff creo que no, bueno sí pero eso fue al llegar a NY.
La comida bastante pasable como podéis ver en las fotos
... y después de casi 8 horas de vuelo llegamos por fin a nuestro destino y claro no podía acabar la cosa ahí... resulta que se rompe la pasarela que se acopla al avión para poder bajar de él y estamos casi una hora esperando a que pongan una escalera auxiliar para que podamos bajar.
Por lo menos el control de pasaportes, nos tocó un guardia que sabía español, y el control de aduanas fue rápido. De allí a buscar las maletas que las encontramos sin problemas y después a recoger el coche que habíamos alquilado. Nos dirigimos al hotel cómo no sin perdernos una vez y después decidimos que antes de dormir no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver el skyline de Nueva York de noche y nos dirigimos con el coche hacia el puente de Brooklyn para poder ver las vistas impresionantes de los rascacielos de Nueva York iluminados.
Después de muchas fotos y muy cansados (23 horas despiertos) nos fuimos al hotel a descansar.
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