Primer día en EEUU, ya no nos acordábamos del dichoso Jet
Lag y hace acto de presencia sobre las 5:30, por lo que apuramos lo que pudimos
en la cama para descansar y sobre las 7 duchita y desayuno, incluido en el
hotel. Hay que reconocer que el desayuno estaba mejor de lo que esperábamos.
Hoy tocaba visitar Boston y nuestra primera visita
programada era Harvard.
Después de casi 4 horas de viaje nos dirigimos a la
Universidad y ante la imposibilidad de aparcar decidimos dirigirnos a nuestro
apartamento y dejar Harvard para el día siguiente.
Aparcar en Boston es muy complicado. O bien tienes que pagar
un parking público que cuesta 48$ todo el día o sino tener muchísima suerte ya
que casi todo el aparcamiento es para vecinos o de pago sólo por varias horas. Nosotros
al final tuvimos suerte y encontramos una calle donde podía aparcar cualquiera,
ya no sólo vecinos, y donde se podía
dejar el coche sin problemas mientras fuera fin de semana, exceptuando unos
días de limpieza de la calle.
Conseguimos aparcar y llevamos las cosas a nuestro
apartamento de airbnb. Los dueños nos habían dejado la llave en una maceta en
la puerta de casa y al llegar Matt (uno de los dueños) estaba por allí
limpiando.
Y la zona insuperable, en pleno barrio de Beacon Hill, uno
de los barrios más bonitos (y caros) de Boston, famoso por sus edificios y
calles de ladrillo rojo tan pintorescos.
Tras los breves saludos y presentaciones con Matt, le
preguntamos por dónde podíamos ir a comer y nos indicó un par de sitios que
había por la zona.
Decidimos ir a The Paramount, en Charles St, y la verdad que
bastante bien,. Es un restaurante donde se piden las cosas en la barra, te lo
hacen allí mismo, pagas y te sientas en alguna de las mesas que hay, no muchas
por cierto.
El bar estaba a tope, casi una hora de cola y muy pegados a
las mesas de comer, pero hay que decir que estaba todo muy rico.
Una vez habíamos saciado el hambre decidimos ir a tumbarnos
en el Boston Common y así descansar del viaje y la comida.
Es un parque bastante tranquilo con muy buen ambiente donde
la gente va a tomar el sol, refrescarse en minifuentes o hacer cualquier tipo
de deporte… nosotros decidimos “tumbarnos a la bartola” un par de horitas y
descansar.
Habíamos leído en los foros que la mejor forma de visitar
Boston era haciendo el Freedon Trail, por lo que ya que estábamos en el
parque, que era donde empezaba,
decidimos hacerlo.
La verdad es que resulta curioso ver como casi todo el mundo
va por el mismo sitio que tú, el Freedon Trail recorre todos los puntos
emblemáticos de la ciudad y los une por una especie de línea roja que es la que
tienes que seguir.
Hay que decir que Boston, en un sábado, tiene mucho ambiente
y aquel día en muchos sitios se veían espectáculos en la calle de gente
bailando o haciendo sus espectáculos de equilibrismo, etc.
Uno de los sitios que visitamos fue el Quincy Marquet, y es
curioso ver que todo el interior del mercado está compuesto por puestos de comida
rápida de todo tipo, desde porciones de pizza, puestos de perritos, puestos de
refrescos, frutas, etc.
Después de recorrer casi todo el Freedom Trail ya tocaba
cenar y elegimos tomarnos una pizza por la zona de North End, un barrio lleno
de restaurantes italianos en la que en la mayoría había cola para cenar que
llegaba hasta la vuelta de la calle y en el que en casi ningún sitio tenían
pizza, casi todo era pasta, antipasta, etc. Por lo que después de patear un
buen rato buscando sitio entramos al fin en uno y la pizza nos supo a gloria.
Después un paseíto y al apartamento que ya era hora de
descansar.
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